El Gobierno Regional denuncia a FAPAS por alimentar a los buitres

Después de 30 años de trabajo ininterrumpido de aporte de comida para los buitres en los comederos instalados por el FAPAS, la asociación se ve en la obligación de paralizar los trabajos de conservación de los buitres tras haber sido denunciados en los últimos días del Gobierno de Vicente Álvarez Areces por llevar animales para ser consumidos por los buitres, denuncia que se ha plasmado en una multa de 600 euros recibida a principios de la presente legislatura del actual Gobierno Regional.

Aunque la sanción no es grande y podría ser recurrida por el FAPAS, la realidad es que legalmente, las actividades de la asociación para llevar a cabo la alimentación de los buitres, se encuentran tras la sanción en una clara situación de ilegalidad por lo que es totalmente imposible continuar con la recogida de animales y su traslado al comedero para que sean eliminados por los buitres.

Se da la circunstancia que durante los últimos años, el FAPAS ha mantenido un servicio gratuito de recogida de animales en el Valle del Trubia, de los cuales una gran parte se recogían a petición de la propia Consejería, autoridades locales y veterinarios, dándose la circunstancia que hasta la actualidad, Consejería de Agroganadería aceptaba los certificados de recogida del FAPAS de animales con micro chip para darlos de baja en su base oficial de datos.

En la actualidad, el comedero de los buitres instalado por el FAPAS en el Monte de Los Navaliegos en el Concejo de Santo Adriano, aporta comida que garantiza la buena reproducción de la población de buitres que ocupa esta zona central de Asturias, y que cuenta con una población cercana al centenar de ejemplares con unas treinta parejas reproductoras.

A partir de los trabajos de investigación llevados a cabo por el FAPAS con el marcaje de buitres que acuden al comedero, se ha podido comprobar que los buitres que acuden a la zona del Valle de Trubia proceden también de las colonias que existen en los Picos de Europa y que hay un flujo de ejemplares que visitando el valle, luego se desplazan hasta territorios lejanos a cientos de kilómetros llegando a los Pirineos.

La estrategia de conservación de los buitres es ahora más necesaria que nunca dado que en la actualidad, la aplicación en Asturias del reglamento Comunitario de Encefalopatías, obliga desde hace años a la retirada de muchos cadáveres de animales domésticos para llevarlos a incinerar, lo que dificulta la alimentación de muchas especies carroñeras, especialmente los buitres.

La falta de alimentación, puede condicionar de nuevo la disminución de una población de aves carroñeras que durante años se ha favorecido de la alimentación asistida para aumentar su número poblacional. Actualmente, en Asturias cada año mueren entorno a unos quince buitres alcanzados por las aspas de los aerogeneradores instalados en muchas montañas del occidente asturiano y algún ejemplar más a causa del veneno en la montaña.

La garantía de una buena reproducción en las colonias de buitres del centro asturiano, compensa las bajas producidas por los aerogeneradores y el veneno, haciendo compatible la existencia de una población de buitres con los sistemas productivos de energía limpia.

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