El valor añadido de los juguetes basado en el respeto al medio ambiente

La competitividad de la industria juguetera española está unida también a reducir el impacto ambiental de sus productos a través del desarrollo y aplicación de nuevos materiales más sostenibles en su fabricación.

Dos institutos tecnológicos punteros en España -el del Plástico (Aimplas) y el del Juguete (Aiju), con sedes en Paterna (Valencia) e Ibi (Alicante), respectivamente- están enfrascados en un proyecto cuya finalidad es, precisamente, diseñar juguetes más sostenibles y respetuosos con el entorno, tanto durante su vida útil como una vez acabada ésta.

¿Cómo? Ideando plásticos reciclables y biodegradables, así como componentes electrónicos con un menor consumo energético.

Este proyecto, denominado “Ecotoy” y financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) y Fondos Feder, empezó hace un año y concluirá a finales de 2014, según han explicado fuentes de Aimplas.

Han indicado que las soluciones que se obtengan para la industria juguetera podrían implantarse en otros sectores que también incorporen componentes eléctrico-electrónicos.

“Económicamente se ha establecido que el impacto que podría tener la aplicación de los resultados de este proyecto supondría un aumento de la facturación del sector del 1 por ciento y repercutiría en la diferenciación de la producción nacional respecto a las importaciones asiáticas”, al representar un valor añadido, han destacado las mismas fuentes.

Según Aimplas, en la actualidad más del 35 por ciento de los juguetes disponibles contiene dispositivos electrónicos. Se trata de mecanismos que permiten incorporar luces, movimientos y sonidos a los juguetes para que resulten más atractivos.

Para abordar el proyecto “Ecotoy”, lo primero que se ha realizado es un análisis de estos productos con tres de ellos como referencia: un proyector, una moto infantil y un coche teledirigido.

La conclusión es que existe todavía un camino importante por recorrer en lo que se refiere al impacto ambiental de estos productos.

Las mismas fuentes han explicado que “uno de los aspectos que se pueden mejorar en los juguetes que se encuentran hoy en día en el mercado es la calidad de sus componentes eléctrico-electrónicos”.

“Los que incorporan en la actualidad esos componentes son mayoritariamente de procedencia asiática y su baja calidad hace que presenten un elevado consumo eléctrico en su funcionamiento y que el reciclado al final de su vida sea complicado”, han señalado.

Además, se ha constatado que sería posible reducir las dimensiones de estos elementos para disminuir los residuos generados por ellos en la misma proporción.

Respecto a los materiales con los que se fabrican los juguetes, también se ha observado la posibilidad de reducir su impacto ambiental.

Actualmente se emplean diferentes tipos de plásticos, muchos de ellos sin identificar, lo que complica enormemente su reciclado, según Aimplas.

Por eso se está trabajando en el desarrollo y la implantación de materiales más sostenibles, como aquellos que proceden de fuentes renovables (bioplásticos, biodegradables o cien por cien reciclables).

De esa manera, han subrayado fuentes de Aimplas, se optimizaría el impacto no sólo de su fabricación, sino también de su fin de vida útil.

EFE