La Policía erradica más de cien vertederos ilegales en el rural en los últimos tres años

La Policía Local refuerza la vigilancia sobre los vertederos ilegales en el rural para evitar que florezcan. La Unidad Medioambiental de Intervención Rural (UMIR) localizó y erradicó ya más de un centenar de puntos negros desde 2009, cuando inició una campaña intensiva de control y denuncias que mantiene en activo. Los agentes no bajan la guardia. En los dos primeros meses de 2012 encontraron ya once nuevos basureros ilegales y denunciaron a dos personas que sorprendieron vertiendo residuos.

Aunque la mayoría de estos vertederos descontrolados no resurgieron después de que los agentes los localizaran y dieran parte a los departamentos de Medio Ambiente y Limpieza para sanearlos, otros sí se volvieron a llenar de basura. En la última campaña de supervisión realizada, la UMIR detectó que diez de los más de cien puntos negros que habían sido eliminados estaban de nuevo plagados de residuos.

La mayoría de estos basureros se concentran en las parroquias de Candeán, Matamá, Valladares, Castrelos o Beade. El departamento municipal de Limpieza volverá a sanear en los próximos días los diez vertederos que han vuelto a renacer. En paralelo, y al igual que hicieron ya el año pasado en otros tantos puntos negros, los agentes colocarán un panel informativo en cada uno de ellos en los que se advierte de la prohibición de echar basura y se informa de que esta práctica incívica está penada con multas de entre 600 y 30.000 euros. El cartel incluye un listado de números de teléfono; tanto de la UMIR (para denuncias); como de los servicios municipales de recogida de residuos.

Al mismo tiempo los agentes de la unidad medioambiental desplegarán una campaña de control con vehículos camuflados y centrada en el entorno de los vertederos ilegales localizados y saneados para intentar sorprender y denunciar a posibles infractores.

Los agentes van más allá y cuentan ya con toda una red de espías. La colaboración con las asociaciones vecinales y las comunidades de montes es «máxima». De hecho, las dos denuncias que tramitaron ya este año fueron gracias a la voz de alerta de los vecinos.

Uno de los vertidos sancionados fue en la carretera del Zondal, en San Andrés de Comesaña. Los agentes se toparon en una cuneta con restos de automóviles como depósitos de combustible, asientos o ruedas que procedían de un taller de la zona. El otro punto negro, en Bembrive, lo generó el propietario de un local en reformas que optó por tirar los restos de la obra en el monte en lugar de llevarlos a un punto limpio. Ambos infractores fueron denunciados ante la Consellería de Medio Ambiente.

Aunque los agentes localizan la mayoría de estas escombreras en zonas poco visibles del monte, otras aparecen en espacios habitados o pegados a carreteras. En ellos se han topado desde todo tipo de electrodomésticos y muebles, pasando por toneladas de material de obra procedente de construcciones o reformas de viviendas hasta automóviles e incluso una caravana.

Alberto Balnco | www.farodevigo.es