La ruina del Delta del Ebro nos costará 2.400 millones de euros

Jordi Prieto

En la reunión del Consejo Nacional del Agua de ayer, los tres representantes ecologistas, con el apoyo de SEO/BirdLife, votaron en contra a un Plan de Cuenca que deja de lado el cumplimiento de al menos tres directivas comunitarias: la Directiva Marco del Agua, la Directiva de Aves y la Directiva de Hábitat.

SEO/BirdLife, a través de la campaña Alas sobre agua, defiende una gestión y uso responsables del agua y que todos los humedales protegidos se encuentren en buen estado de conservación. Al ser éste un planteamiento básico de la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea, la organización todavía está intentando digerir el informe favorable del Consejo Nacional del Agua al Plan de Cuenca del Ebro, cuando en su contenido se incluyen obras conflictivas que suman hasta 2.400 millones de euros (véase tabla) que comprometerán la conservación de los espacios de Red Natura 2000 en la cuenca, sobre todo el delta del Ebro.

Almudévar-Biscarrués: suma y sigue la ‘intocable’ burbuja hidráulica

Entre estas obras hidráulicas están las de Almudévar y Biscarrués, esta última denunciada ante Europa por SEO/BirdLife. En el caso de Almudévar, se trata de una obra que recogía el borrador de Plan de Cuenca con un presupuesto de 150 millones de euros, y que ayer se licitó en más de 200 millones, una inflación de costes que ya viene ocurriendo en otros proyectos similares en la cuenca del Ebro (como por ejemplo Yesa, Mularroya o el Canal Segarra-Garrigues).

En el caso de los embalses interdependientes de Almudévar y Biscarrués, para justificar su necesidad y asegurar que se carguen a la cartera pública el Plan de Cuenca del Ebro indica entre sus tres principales necesidades las de laminar avenidas y mantener caudales. Con este argumento se certifica que el conjunto de obras no sólo son para mejorar y ampliar el sistema de Riegos del Alto Aragón, y así el proyecto puede ser sufragado por las arcas públicas (en porcentajes de recuperación de costes que no superan el 30%).

Ambos proyectos, Almudévar y Biscarrués, sufren lagunas de información en sus estudios de impacto ambiental, especialmente respecto a la afección a la Red Natura 2000 (Lugar de Interés Comunitario “Bajo Gállego”) o al milano real, especie catalogada en Peligro de Extinción en España. Es más, este complejo hidráulico provocará importantes pérdidas de patrimonio natural en Los Monegros, destino final de agua embalsada. Por todo ello, SEO/BirdLife entiende que la evaluación de impacto ambiental debe valorarse y estudiarse en su conjunto, teniendo en cuenta los impactos acumulados de todas las obras, tanto en los propios vasos y cauces afectados, como en los territorios a regar.

Riesgo de multas y congelación de fondos europeos

Esto sólo es un ejemplo que se repite una y otra vez en el Plan de Cuenca del Ebro, a pesar de los repetidos avisos de SEO/BirdLife. En los últimos años esta organización ha ido informando a todas las administraciones de sus preocupaciones. Especialmente, por la falta de cumplimiento de la Directiva Marco del Agua al poner en riesgo espacios protegidos de la red Natura 2000 como el Delta del Ebro, cuyas necesidades hídricas no se han tenido en cuenta en la redacción del plan, pese a los estudios de la Generalitat de Cataluña, administración competente en materia de red Natura 2000 en esta comunidad autónoma. España no solamente no cumple con los plazos establecidos por la Directiva Marco del Agua, sino que tampoco respeta los requisitos en cuanto al contenido de los planes de cuenca. Previsiblemente, el Estado español tendrá que acarrear con el peso de importantes multas económicas o la congelación de fondos europeos ante éste y otros incumplimientos de la Directiva Marco del Agua en todos los planes de cuenca de nuestro país.

Para Roberto González, técnico de la campaña Alas sobre agua de SEO/BirdLife, “el plan del Ebro es un inventario de obras hidráulicas a la carta que reincidentemente carecen de transparencia económica, sentido social y sostenibilidad ambiental y que podría ser la herida de muerte para el delta del Ebro”. González recuerda: “Es un Plan de Cuenca que demuestra que la política hidráulica juega en otra liga. Mientras España y la ciudadanía sufrimos recortes de todo índole y una resaca multimillonaria de obras públicas inútiles, la burbuja hidráulica sigue inmune e intocable: ¿a qué interés general sirve este catálogo de obras de 2.400 millones de euros? “.

Roberto González | SEO/BirdLife